Con los cambios progresivos que se dan día a día en el mercado se hace más exigente que las empresas estén en capacidad de ofrecer un nivel de calidad de vida ideal para sus trabajadores, por lo tanto, esta influye en el cumplimiento de los objetivos de ella y están igualmente orientados a la plena satisfacción de las necesidades de los clientes internos y externos. La gestión de los procesos que se aplican a las actividades organizacionales se constituye en la mejor forma de responder a éstas expectativas, dependiendo ésta del compromiso que se genere en todos los niveles de la compañía.