La seguridad y salud en el trabajo ha venido cobrando mucha importancia y prevalencia en las organizaciones, al punto de volverse un proceso fundamental en las organizaciones para los procesos de gestión y estrategia del talento humano. Además de esto, la normatividad se ha vuelto mucho más rigurosa y exigente obligando en cierta medida, a que los empleadores cumplan con lo exigido en materia de seguridad industrial, prevención, promoción y cuidado de la salud en los trabajadores. Por lo anterior, es importante resaltar que, de acuerdo a Parra (2003), “aplicando la definición de la OMS al campo del trabajo, la salud laboral se preocupa de la búsqueda del máximo bienestar posible en el trabajo, tanto en la realización del trabajo como en las consecuencias de este, en todos los planos, físico, mental y social”. En ese punto, cobra sentido que para las organizaciones no puede pasar por alto que la calidad de vida de los colaboradores hace parte fundamental del direccionamiento estratégico y que, por ende, independientemente del modelo de contratación que se maneje, debe garantizarse el bienestar de estos en el trabajo.